Los platos negros de plástico cuadrados, ofrecen muchos usos que los cultivadores experimentados saben aprovechar.
Sobre todo, con utilidades relacionadas con el riego y la fertilización. Tienen una forma piramidal tal que el área
de la base es un poco menor que la parte superior abierta.
Cuando invertimos en fertilizantes con la idea de que nuestras plantas crezcan bien, es indispensable analizar el
agua sobrante cada que regamos. Medir de nuevo el pH, por ejemplo, nos dará idea de cuál es el valor de pH de la
zona de raíces. Este valor ajustado a 6.5 y 7, es el que realmente tenemos que buscar en el agua recogida en el
plato para estar seguros de la acidez del agua permite la absorción máxima de nutrientes.
De igual modo, midiendo la Ec, del agua recogida en el plato, y contrastando el resultado con el medido previamente
en la preparación de la solución nutriente, sabremos con exactitud el nivel de demanda de fertilización de nuestras
plantas.
Relacionada con esta, existe otra utilidad evidente para los platos de plástico cuadrados que es la del riego por
inundación. Con este sistema de riego podemos suministrar a nuestras plantas la solución nutriente a pequeñas dosis
que las raíces absorberán por capilaridad. Esta es una forma muy efectiva de controlar y economizar en
fertilización, pero se ha de tener mucho cuidado de suministrar cantidades pequeñas con el fin de no dejar agua
sobrante en el plato. De lo contrario podrías tener problemas de hongos en las raíces.
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